Dicen que el amor de verano es fugaz, pero, a veces, lo que comienza como un tirar puede conducir a algo serio. Un simple viaje a la playa es todo lo que se necesita para despejar nuestras mentes y abrirnos los ojos y escribir un nuevo fin para una vieja historia. Están aquellos que se quemaron por el calor, sólo quieren olvidar y empezar de cero. Mientras que hay otros que quieren que ese momento, dure para siempre pero todo el mundo puede estar de acuerdo en una cosa: el moreno se pierde y las luces se oscurecen y todos acabamos artos de la arena en nuestros zapatos pero el fin del verano es el principio de una nueva temporada, así que, terminamos mirando hacia el futuro.
Ahora escribo desde Galicia con el portatil en mis piernas, tumbada en una tumbona y disfrutando de las vistas de la playa, desde el maravilloso balcón de la habitación del hotel.
Mi siguiente parada será Valladolid, luego Madrid y ya por la segunda semana de septiembre Cádiz.